Si echamos la vista hacia atrás, al momento en el que Skyward Sword fue presentado, podrémos recordar que realmente no levantó demasiado revuelo, no al menos el revuelo que levanta normalmente un Zelda de sobremesa cuando es enseñado al público. Es más, con el paso de los meses este seguía sin tener esa expectación que tuvo en su día Twilight Princess, por ejemplo. Quizá por que no hubo trailer épico y sí una presentación bastante defectuosa, con Miyamoto intentando eseñarnos su renovado control, pero fallando por una mala disposición de mando y barra sensora. Sin embargo cuando su fecha de salida estuvo más próxima y los análisis de diferentes medios especializados comenzaron a salir, sí, por fin se le dió verdadera repercusión, merecida o no, pero la que siempre levanta cualquier juego de esta franquicia.
The Legend of Zelda es una de las sagas más queridas y respetadas del mundillo, quizá por esto parten con cierta ventaja a la hora de ser valorados, tanto por la crítica, como por los usuarios. Es cierto también que es raro encontráse con uno que no alcanze cotas de calidad altas, por ello cada vez que alguno ve la luz la expectación es máxima.
A día de hoy con Skyward Sword ya en las tiendas y en las casas de sus más acérrimos seguidores, hacemos un pequeño avance de lo que es el juego, abriendo el apetito para un futuro análisis y quien sabe si algo más.
Skyward Sword tiene un comienzo tranquilo, quizá hecho así para saborear todo lo que estamos viendo en pantalla y para familiarizarnos con el control del personaje. De hecho lo primero que hacemos es un pequeño tutorial para aprender los movimientos más básicos, todo ello en forma de una sencilla misión. Una vez hecho esto, podemos explorar el primer escenario con cierta libertad. Link se encuentra en una isla en el cielo y bajo esta un mar de nubes, esta es la isla en donde nació y creció nuestro personaje, y mientras la recorremos nos vamos encontrándo con referencias icónicas de la saga y ese sentimiento "Zeldico" nos va embriagando, es imposible no sonrreir y pensar de manera entrañable en los momentos del pasado delante de un Majora´s Mask o un A Link to the past.
Si en anteriores entregas la relación entre Link y Zelda era algo fría o distante, al menos en sus comienzos, aquí es diferente. En este caso los dos se conocen y se criaron juntos desde niños, y se deja muy claro desde el principio que entre ellos hay algo más que amistad, este es por tanto el primer hilo conductor del argumento de Skyward Sword. Como siempre, es muy importante en el desarrollo, su mitología, la lucha del bien y del mal, los dos mundos contrapuestos y la leyenda del elegido, temas ya inherentes al universo Zelda. A nivel argumental es lo que deja entrever la trama en las dos o tres primeras horas de juego, más allá de esto promete bastante, esperemos que cumpla con las expectativas.
Skyward Sword hace uso del Wii Remote Plus única y exclusívamente, lo que demuestra lo importante que era para Aonuma y su equipo centrarse solamente en él. Esto es bueno por un lado, por que nos encontramos ante un juego con un control depurado que responde perfectamente a nuestros movimientos, pero por otro nos quita la posibilidad de jugar con un mando clásico o uno de GC, que tampoco hubiera estado de más. Supongo que era importande demostrar que Skyward Sword era y es un juego exclusivamente pensado por y para el Wiimote, sobre todo después de las críticas que en este aspecto tuvo Twilight Princess de una buena parte de los usuarios. A nivel jugable las primeras horas no dan para demasiado, no tenemos ningún tipo de item más que la espada y el escudo, que por cierto se manejan de manera muy cómoda, escudo con nunchuk y espada con wiimote. El control de la espada es bastante preciso y el del escudo no tiene demasiado misterio, basta con agitarlo levemente para que Link se poga en modo defensivo, blandír la espada hará que se deje de cubrir y pueda atacar, todo de manera muy fluida y natural.
Mentiría si no dijera que este Zelda entra por los ojos, aprovecha como ninguno las capacidades de Wii. A nivel de diseño es inigualable, los escenarios tienen un marcado estilo, como pintado en lienzo, todo está difuminado incluso a pocos metros y le da un estilo y una identidad propia, un regalo para la vista. Tanto Link como Zelda tienen un nivel de detalle y un diseño exquisitos, esta última ya me ha dejado huella, un personaje para recordar. Puro arte.
Reconozco que soy de los que la presentación de Skyward Sword les dejo un poco frios a pesar de ser mi saga favorita. Hoy tras las primeras horas de juego las cosas han cambiado, después de un comienzo realmente bueno, espera una aventura prometedora. Pocas veces uno se ve con esta ilusión de seguir jugando, no sé si es por estar condicionado por el juego que es, por que realmente estamos ante algo grande, o por una mezcla de ambas cosas, lo que sí sé es que no me llega el momento de ponerme nuevamente con él.
Hasta aquí el avance de Skyward Sword, puede que sepa a poco, pero os emplazamos al futuro análisis, permanecer atentos por que habrá bastante de Zelda en las próximas semanas.
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